la vida se convierte en sencilla gracias al seguimiento de una maxima, "todo lo que sube, baja, y sino es que sa encalao"

viernes, 27 de enero de 2012

Vaselina versus Despistado

Lo siento pero ya se que prometí escribir sobre uso y disfrute de la vaselina, y la verdad es que documentación no me falta pues en vista de los acontecimientos recientes y próximos, tenemos material suficiente no solo para publicar un post, me podría permitir el lujo de hacerle la competencia a la enciclopedia británica ni mas ni menos, o incluso rellenar mas folios que una tesina doctoral sobre corrupción en el levante Ezpanyol, pero lo siento familia, voy a escribir sobre mi condición de despistado, así que si os parece aburrido, pues nada, como en el un dos tres, hasta aquí podéis leer.

Aquellos atrevidos que aun estáis ahí, deciros que no soy ese de la foto que aparece en el diccionario al lado de la palabra despistado, mirar bien pues creo se parece mas a cualquiera de los votantes del PP valenciano pues a mi que no me engañen, nadie puede ser tan TONTO como para tropezar veinte años con la misma piedra.

Despistados somos todos, seguro que en algún momento os a pasado como a mi ayer y alguien os a parado en el barrio, edad adulta, tal vez familiar de algún compañero de escuela, y se os ha comido a besos, os a abrazado incómodamente o os a retorcido el mejillón mientras mirando el barrigón que se marca debajo del suéter gordo de lana que ya te pusiste bien a conciencia te dice, -anda, que de pequeño no te querías comer ni un sándwich de mortadela eh!-.

Que situación esa, verdad, en la que alguien te saluda por la calle y tu, por educación mayúscula no le cortas preguntándole y vos quien sois, sino que sonríes forzado y mientras te balanceas en un cable de acero creando una conversación situacional intentas en tu mente recolocar al personaje en cuestión, será de la escuela, del curro aquel de la ETT, será el novio de Marta la de la falla, a no, ya me acuerdo, estaba en el equipo de futbito, claro hombre, como que yo alguna vez hice algún deporte.

Era despistado ya de mocoso y me perdí la teta de Sabrina.

Pero ahora tengo una gran ayuda, tengo facebook, donde es fácil tener mas de cien amigos en un santiamén, y a pesar de que no conozco ni a la mitad, tengo sus fotos y así los reconozco rápidamente, bueno, no a todos, pues el otro día acepté la solicitud de amistad a un tal xufina come horxateitors, o algo así, ¿¿¿???.

En el camino de santiago iba yo caminando tan tranquilo y me cruzo con un hombre mayor que al verme llegar me sonríe y me pregunta afable, -¿qué tal los pies?-, pero bueno, o este hombre tiene rayos X o yo ando con una cara de estreñido almorranoico que se me ve venir desde lejos pues bien cierto era que llevaba los pies llenos de bufas que parecían los pies de un leproso pero sin acusar mi despiste, yo juraría que nunca antes cruce vocablo alguno con ese hombre. Bueno, esto solo lo escribo para rellenar el post pues bien sabéis que tengo los pies como culo de bebe, yo soy un macho hispano, un hombre de los de antes, y no un impresentable americano bla bla bla...

Soy muy despistado, cierto es, me despisto con una mosca, estoy a veces medio atontao y llamo a unos con el nombre de otros, o susurro a ella el nombre de otra, soy malísimo para retener nombres o vidas, y cuando creo que lo recuerdo y simpáticamente, mirando a los ojos a mi interlocutor le tiendo mi ancha mano y le digo, - ¿qué tal José, cuanto tiempo? - , y el contesta, - bien, pero...  me llamo Esteban - .

Soy tan despistado que antes de salir de casa miro el gas veinte veces para asegurarme que lo cerré, y mas de una vez, estando ya para coger el bus, volví a casa para asegurarme que cerré la puerta de la calle, a mis treintaitantos reflexiono que de bien seguro perdí a mi príncipesca azul por estar en ese momento despistado.

Pero he de reconocer que el ser un hombre muy despistado, el tener flojera mental, el soñar despierto, el tener memoria de pez, (o como yo siempre digo para justificarme, tener memoria selectiva), el dejar las responsabilidades de lado por ser tan despistado, el despiste sin olvidar el alpiste...     a todo este “mélange” le encuentro una  parte positiva en cierta manera, muchas veces me siento como un niño, cuidando bien de mi peterpan, así, me puedo escaquear de las cosas serias y aburridas de los adultos.

Vive en una piña debajo del mar... 

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